La sala de exposiciones, construida con grandes dificultades, gana el premio ENR-Midwest al mejor proyecto pequeño
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Construction Manager at Risk (CMAR)Capacidad
26.000 M2El reto
Boeing Hall fue una ampliación de 26.000 pies cuadrados del Centro de Ciencias de San Luis. Su construcción especializada requería sistemas exclusivos de iluminación, calidad del aire y acústica, esenciales para su uso en museos. El diseño incluía grandes luces de suelo y alturas de techo suficientes para soportar grandes exposiciones, facilitar el acceso de los servicios de mantenimiento, secuencias de carga para exposiciones itinerantes, facilidad de acceso para los visitantes y controles de temperatura y humedad energéticamente eficientes para proteger los frágiles objetos. La nueva ampliación también incluía uno de los primeros y mayores sistemas de tejado verde de la región de San Luis.
El proyecto presentaba limitaciones inusuales, como los túneles subterráneos de aguas pluviales que conducían el río Des Peres junto a la nueva estructura. Con los túneles subterráneos al este, el Centro de Ciencias existente al oeste y la proximidad de la entrada principal al norte, hubo que desarrollar un plan de trabajo exhaustivo. Además, la excavación a más de 20 pies de profundidad, y a sólo ocho pies de la acera de la entrada principal del museo, debía realizarse mientras el edificio seguía operativo y permitía la visita de los clientes.

Datos clave
Ganador del premio ENR Midwest al mejor proyecto pequeño
Certificación LEED Plata
Sistemas MEP especializados
Reto superado
Ante las múltiples dificultades del emplazamiento y los problemas de seguridad pública, el equipo ideó un plan creativo que no sólo tuvo éxito, sino que permitió a los visitantes del Centro de Ciencias conocer la "ciencia detrás de la construcción". Para evitar que la obra se situara directamente sobre los túneles subterráneos de aguas pluviales y proteger mejor al público, se utilizó un emplazamiento alternativo y se instaló una pasarela protectora con portales de plexiglás en varios cruces para que los visitantes pudieran aprender más sobre la ingeniería y el proceso de construcción. Aproximadamente 900.000 visitantes pasaron con seguridad por la pasarela durante la construcción y el proyecto se completó a tiempo y sin órdenes de cambio.